Cuando decidás comprar un equipo de aire acondicionado, no te olvidés de llevar las medidas del ambiente a acondicionar, su orientación, la incidencia del sol, la cantidad de personas que comparten el espacio y los artefactos eléctricos que se encuentran en él. Con estos datos, el especialista podrá indicar cuál es la mejor alternativa.
Una empresa líder mundial en climatización de ambientes recomienda elegir equipos de bajo consumo. Esto te ayudará a reducir el el uso de electricidad y, por ende, a pagar menos por el servicio, mientras vivís confortablemente durante los días de alta temperatura.
Clases de aparatos
Si la etiqueta energética del equipo dice clase “A” indica que el aparato consume menos energía que los de las clases “B” o “C”. Por eso hay que recurrir a personal especializado para recibir asesoramiento. Ellos son los que conocen la potencia ideal del equipo que necesitás instalar, encontrarán la mejor ubicación bien ventilada, en lo posible evitarán que le dé el sol para minimizar el consumo y los harán instalar con personal debidamente matriculado.
Mantener las paredes exteriores pintadas de colores claros ayudan a que los ambientes y el aparato absorban menos calor del sol.
O sea que se puede disfrutar del verano utilizando la tecnología disponible en el mercado, pero pensando siempre en el medio ambiente, en el ahorro de energía y en la economía familiar, claves a la hora de tomar la decisión de instalar un equipo de aire acondicionado.
Tips para lograr ambientes bien climatizados:
1
Fijá el termostato del equipo a no menos de 25°C. Los expertos calculan que por cada grado que se baje en el termostato, el consumo aumenta alrededor del 10%.
2
No duermás tapado en pleno verano colocando el termostato a muy baja temperatura. La mayoría de los equipos vienen con la función “sleep” (dormir) que sube la temperatura a medida que transcurre la noche. Durante el sueño el cuerpo pierde el calor que acumuló de día en plena actividad. Esta particularidad hace que la temperatura del ambiente aumente un poco durante la noche, pero sin perder confort y sin necesidad del uso de colchas o frazadas.
3
No es verdad que si encendés el equipo colocando el termostato al mínimo el enfriamiento se producirá en menos tiempo. Lo que es posible que suceda, es que te olvidés que lo pusiste a tan baja temperatura y te darás cuenta cuando empecés a sentir frío en el ambiente. El desperdicio de energía innecesaria ya será irremediable. Muchos equipos cuentan con la función “power” que aumenta la velocidad del ventilador para enfriamiento rápido pero que automáticamente se desconecta transcurrido un lapso de tiempo.
4
Cuando utilizás el aire acondicionado, el aire en el exterior de la habitación estará seguramente más caliente y húmedo. Por lo tanto, tenés que cerrar las puertas para que el aire caliente no se filtre y también para que el aire fresco no se desperdicie en pasillos o habitaciones que no se usan. Del mismo modo cerrá las ventanas.
5
Es importante que usés “trucos” que no consumen energía pero mantienen la sensación de frescura, como mantener las habitaciones en penumbras. En efecto, las persianas bajas y en menor medida las cortinas gruesas no dejan pasar el calor del sol y evitan que se caliente la casa, disminuyendo la utilización de los equipos de acondicionamiento del aire.
6
Hasta las nueve, aproximadamente, las mañanas son frescas. Es el momento de ventilar las habitaciones, abriendo las ventanas y dejando que entre el aire. Si lo hacés más tarde, no sólo se desperdicia el enfriamiento matutino natural sino que se calentará la casa para luego gastar más energía al tener que enfriarla.
7
El mantenimiento de los equipos aumenta su vida útil y también favorece el ahorro de energía. No te olvidés de limpiar los filtros de aire periódicamente y la serpentina exterior una vez al año, antes de que comience el calor. Los equipos clase “A” consumen menos energía que los “B” y “C”. Fijá el termostato en 25 grados y disfrutá del verano